…

lunes, 6 de diciembre de 2010

¡Agh!

Una día:
Llego al trabajo  y resulta que no tengo nada que hacer porque alguien no lleva la información que necesito, como ya la he pedido cuatro días seguidos, la ira me posee por perder la ida hasta la mismísima porra a hacer nada, me despido de mi jefe ocultando mi ira, llego a casa por fin.
Me quedo dormida a eso de las 7 p. m...
A las 7.30 p. m. suena el teléfono, alguien quisiera hablar conmigo pero no me despierto...
A eso de las 9 p.m. alguien me toma de la mano, me despierto y me dicen: "es para vos al teléfono". Hablo con una compañera del trabajo me pregunta "¿A qué horas toca estar mañana en el cole?" Le contesto: "no sé, creo que a las 8 a. m."
Me levanto más despeinada que siempre a eso de las 5 a. m. pues no fue posible dormir más.
Voy al trabajo de la mañana, ya no tengo tiempo de ir al de la tarde.

Esperar hasta la otra semana a ver si depronto termino lo que comencé un día, que era para terminar en dos cortos días, y ya cumplo, por la demora de otros personajes, 5 días en completar un trabajo sencillo.