…

martes, 5 de enero de 2010

Una epidemia de fin de año...

Después de la época decembrina, muy difícil por cierto, sobretodo cuando uno desea con todas sus fuerzas hacer algo productivo para no sentir que el  año se le fue en vano... pero que va, suena el teléfono y alguien dice: "-parce ¿vamos pa' una frijolada donde el mono?"Así que uno de va al dichoso sancocho cargado con música de "parranda", aguardientes y demás licores interminables (se acaba una garrafa o una botella y depronto aparecen otras tres: ¡plop!, y claro, para ese momento ya he dejado de hacer lo que con tanto ánimo empecé. Al siguiente día, ni modo de seguir porque el guayabo y la pereza atacan de forma insistente todo intento de trabajar, estudiar o todo lo que se le parezca. Al día siguiente, después del día siguiente uno logra acumular fuerzas de donde no las tiene, comienza a trabajar, se acaban los cigarrillos así que uno se dirige a la tienda a comprar tabaco y enseguida, como en la tienda son amigos tuyos: "-hey vamos a hacer un asado ya ¿entonces qué, va a caer?" Y uno ni corto ni perezoso, piensa un tan sólo poco en lo que estaba haciendo... y dice: ah, mañana sigo... y qué va,  lo que sigue uno es enfiestado, posteriormente enguayabado, crudo y amanecido, de nuevo con ganas de hacer nada.
Cuando el panorama parece pintar mejor, resulta que es la final y mi querido DIM puede quedar campeón, claro voy corriendo a la mismísima tienda de días anteriores donde hay muchos hinchas del DIM, trago y carne. Veo el partido, para felicidad de los incondicionales hinchas y por supuesto, la mía, nuestro equipo es campeón, se toma cuanto se puede en menos de una hora que las copas vienen de todos lados,  acompañadas de abrazos y gritos de una cantidad descomunal de personas desconocidas y eufóricas.
A pesar del buen ambiente, decido valientemente ir a casa de nuevo a trabajar en la dichosa animación... ¡y  qué! pues resulta que la pólvora, los pitos y los transeúntes locos no dejan que uno se concentre en otra cosa que no sean ellos.
Finalmente, decido pasar una navidad tranquila, lejos del bullicio y del alcohol y más cerca de mi supuesta labor, así que comienzo el día y lo termino dándole parejo a lo de la animación, aunque el teléfono había sonado en la tarde, con posterior invitación pa' sancocho bebible me atreví a decir que "yo temprano no iba a ir por allá". Así que como a eso de las 4 de la tarde, sin almorzar, con los ojos cuadrados, llenos de nodos, polígonos, acompañado del cerebro atestado de renders y demás, no me aguanto más el compu y salgo a la calle con unas ganas enfermas de callejear, almuerzo y me tomo tres o cuatro medias de aguardiente, una por hora, con el pollito (que ya no es tan pollito), tomo consomé, como patacones con hogao'... y me voy a andar por medellín, otra media, algunos amigos en la calle. A la 1am estoy en el parque Lleras tomando tinto, no quiero ni un trago más. A las 3am, duermo felizmente...
Al día siguiente no se me ocurre otra cosa que abrir el messenger y ver t.v, las poquitas que me agradan ni las están presentando, así que vuelvo al compu.
Resumiendo, diciembre es una época agradable, aunque estresante, pero definitivamente la disciplina pierde todo significado y validez debido al la epidemia fiestera de fin de año, así por ejemplo hice 2 segundos de animación más, no me rindió ni un pepino, pero pa' que: pasé bueno, al igual que el resto del año.

No hay comentarios: