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domingo, 28 de noviembre de 2010

¡Oh! Metro: Don't show me the destiny...

Como respuesta a los reclamos de una amiga, que dice "desde las elecciones no escribes nada... yo siempre abro el blog y nada nuevo...", volvemos a escribir, precisamente sobre la principal razón que ha hecho imposible físicamente (debido al cansancio, escribir...).

Durante los meses de ausencia, aunque sobre decirlo, he estado trabajando: arrastrando grandes rocas y lidiando con todo tipo de gentes y teniendo una que otra satisfacción...


Me levanto con el estado de ánimo al tope, quiero trabajar ¡ya! así que me levanto a las 3 a.m. me baño, visto y desayuno y tomo un autobus a las 5.30 a.m que me acerca a una estación del metro. Bajo del autobus compro mi tiquete y espero en la plataforma... primera sorpresa, anunciada por un policía bachiller: "señor usuario, próximo tren en dirección Niquía, con indicador verde, no realizará para en esta estación...Segunda sorpresa: "señor usuario, próximo tren en dirección Niquía, con indicador naranja, no realizará parada en las estaciones: Alpujarra, Prado y Tricentenario..." Ya llevo 15 minutos esperando el tren que me lleve a mi destino , se ve a lo lejos otro vagon y qué: resulta que es de indicador verde, al parecer no alcanzaré nunca mi destino, luego uno con inidicador naraja, verde, naranja...
El sueño y el mal humor no me dejan pensar, ha pasado media hora en la estación, hasta que la neurosis se apodera de mí, camino hacia el policía bachiller y le grito: "Es mi primer día de trabajo y esta es la hora de entrada ¡cómo es posible que ninguno de estos put#s trenes me lleve a Tricentenario!" El pobre me responde sonrojado que debo tomar el tren naranja, descender en la estación Caribe y esperar el próximo tren.
Resignada a llegar tarde, ya ni me apresuro, tomo el tren y sigo las recomendaciones del bachiller.
Llego al colegio y en la entrada, encuentro al señor rector sentado, el señor no saluda y exclama: ¡llega tarde!¡madrugue más mañana! Sigo caminando a la sala de profesores, me voy a la clase...

Bueno me pregunto si mi destino, tan anunciado por el Metro será siempre el mismo, siempre tan exasperante y aburrido, igual que el Metro.

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