Conversaciones con uno mismo, y con otros Nº1

Mercedes: Hay gente rara...

Nell: Verdad...

Mercedes: Por ejemplo ese man que vive en (él ni sabe donde vive)... ¿por qué iba a saberlo yo? La que sabe sos vos...

Nell: Sobretodo, al parecer el man no quiere nada de nada
Mercedes: Y ¿cómo conociste a ese sujeto?

Nell: Odio semana santa, qué pregunta es esa, hablemos de otra cosa...

Mercedes: Ah ya... ¿y lo conoces bien?

Nell: lo conozco hace tanto y él tipo es fácil (de reconocer), aunque hasta eso le da pereza...

Mercedes: pero no me vas a negar que algún día te atrajo...

Nell: eso no lo puedo negar, pero en el momento no me parece alguien interesante, no hace nada que me importe ni me encante, de hecho no hace nada... Es un tipo interesante para un psiquiatra, ajjj ja ja

Mercedes: Uh uh...

Nell: Que más pues: ¿qué has hecho?

Otro: No nada, me sente aquí a...

Nell: Ah que bien (pensando: que tipo poco encantador y tan poco apasionado)

Otro: En este momento estoy sentado y ocupado, no me interrumpás

Nell: (pensando: uh uh, si así está ocupado que hará en el tiempo libre, vaya que comportamiento estúpido)

Mercedes: (le dice a Nell) Era de esperarse....

Nell: ¿De verdad? Yo ya no espero nada... sería en exceso tonta si lo hiciera, ya puse mi máxima dosis de tontería (mal llamada a veces paciencia) en este asunto y no resultó nada, sí: era de esperarse

Clara: Que pérdida de tiempo

Zenia: Ufff, lo que hay que hacer es otra cosa

Nell: si, ya hablamos de eso, fumémonos un cigarro

Clara y Zenia: Si, dale.