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jueves, 16 de abril de 2009

Despropósito Nº 1

Me está dando lidia, como diría alguna mamá, escribir está última semana. Se acerca la fecha del cumpleaños 26 de Nelly, las cosas han cambiado bastante en un año, que ha sido menos trágico porque al final de cuentas he aprendido a estar tranquila. Sin embargo hay cosas que me incomodan en exceso y esas son las que no cambian, que olla ¿por qué hay gente sumamente desagradable en esta ciudad? peor aún ¿tienen amigos que salen con ellos? ¿cómo es posible tolerar a alguien que no sea conciente de lo mal que se ve vestido de esa forma? más grave todavía a esa gente, los amigos no le hacen caer en cuenta de lo extremadamente feos que se ven así ¡que nota de amigos! Tanta alaraca para describirles 5 minutos de la tarde de ayer en que casi me vomito cuando ví, delante de mí, atravesando la calle 44 (San Juan) a la altura de La Alpujarra a un sujeto de sexo indefinido (por él), que medía aproximadamente 1.80 de estatura, pesaba como 40 kg, tenía el pelo negro, liso, brillante o grasoso, no sé, y largo un poco más abajo de los hombros, se contoneaba en exceso como una modelo mala y caminaba en las puntas de los pies como si el asfalto estuviera hirviendo. Como si no fuera suficiente con su figura extraña, se aventuró (de la peor manera) a resaltarla. Demos gracias que no tengo una foto para que la vean así todos nos evitamos la náusea y mejor reimos o nos compadecemos del pobre sujeto. En fin, decía que el tipo (quizá por una necesidad de aparearse) quiso resaltar su figura lánguida y lastimosa con un jean talla 4 de niña y una camiseta ajustada, no hay cosa que dé más asco que un hombre con camiseta ceñida... Es que el ancho de las piernas era como de 1o cm en su punto más amplio y para acabar de completar tenía unos pies enormes como talla 46, parecía un espantapájaros sin ropa andando en esquíes...

Muy bien, este sujeto inconciente de sí mismo casi provoca que me vaya de bruces, por fortuna solo le ví de espaldas y estaba acompañada de lo contrario, el trauma habría sido tan grande que no hubiera podido ni siquiera mencionarlo acá.

Este parece un post frívolo e intolerante, pero es que... hay gente que se pasa, de verdad, es que uno entiende casi todo pero que alguien crea que se ve muy bien vestido así, le dedique 3 horas a ello y termine ahuyentando las miradas de la gente, déjenme decirles que da pesar.

¡Pobre tipo! Y andaba con una amiga (que si no le dijo nada, hasta de parceros está jodido), el tipo: todo un despropósito (como dirían Zenia y Clara, eh! Byron por fin encontré como usar la palabra) que deberían encerran en su casa para no causar enfermedades siquiátricas, visuales , digestivas, cardiacas y demás a los transeúntes.

De verdad, el hombrecillo alcanzó a asustarme más que 4 valijas juntos que vienen caminando frente a mí, a la una de la mañana mientras camino sola por la 70.

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