…

miércoles, 22 de abril de 2009

Despropósito Nº 2

Todos sabemos de lo inevitable de la tragedia, la mala suerte y todo lo demás. En todo caso, hoy, que tuve una conversación con alguien hablabámos de como uno se queda queriendo a alguien por mucho tiempo, en el mejor de los casos. Toda la vida porque finalmente, las personas que a uno le mueven el piso son tan poquitas, que ni modo.

Como he encontrado varios usos para el término "despropósito", el amor (refiriéndome a relaciones de pareja) siempre o la gran mayoría de las veces resulta serlo... Sí, eso que nunca alcanza a completar nuestras espectativas porque éstas algún momento se exceden, el amor: un estado de idotez crónica y temporal (afortunadamente) y un deseo perpetuo de querer estar con esa persona con la que uno se siente perfecto pero es que... no se puede, no se soporta, alguien no se atreve, no es conveniente, el otro no quiere o no se decide, bueno un montón de cositas que hacen que las cosas no puedan ser del modo que deberían y se convierten en relaciones extrañas, fortuitas pero inevitables... así todo se vuelve un absurdo inquebrantable ante los ojos de todo el mundo que dice: "¡y usted todavía empeliculada! no... usted sino..." cuando a la final, todos andamos siempre deseando y queriendo lo que no funciona, no se tiene cerca, sí, así a veces lo neguemos: nos gusta, queremos y nos sabe más bueno lo que no tiene caso. Ahí es donde está el peligro (que después de un rato uno aprende a vivir con eso) y la situación que resulta ser. mágica, tan mágica que se vuelve imposible.. ahhh, pero uno ahí siempre queriendo. Así, los encuentros que se tienen con las personas no siempre resultan siendo así, no hay tanto feeling como en el "encuentro mágico", Y dale, uno ya sabe que no se puede y es tan fuerte que uno se queda queriendo, es hasta bacano, a pesar de los estrellones sentir cosas así, y después de mucho tiempo o tanta imposibilidad uno se queda queriendo y aprendiendo a vivir con eso...

No hay otro modo, uno no se resigna pero tampoco se rinde ¡Al diablo con eso!

No hay comentarios: